Monday, March 28, 2011

El destape

Hay algunas cosas que he aprendido después de una temporada en Nueva York. Una de ellas es que si en cualquier lugar del mundo las cosas pueden cambiar en un segundo, en NY creo pueden hacerlo en medio. Para bien y para mal.
Hace algunas semanas hubo un fin de semana de calorcito, y me entraron ganas de hablar de la primavera, y de la cirugía estética a la que se ve sometida la ciudad para dar la bienvenida a la estación. Pero entonces se puso a nevar y como que ya no tenía sentido.
Pero quién sabe, igual hablando de ella la primavera se anima y se deja caer por aquí. Que después de medio año con chaquetas de plumas, y las botas rellenas de pelo, creo que ya nos toca.
Primavera es la estación del año por excelencia en NY. Como dije antes, es una cirugía, un lifting rejuvenecedor, en el que todo cambia y se transforma. Un buen día sale el sol, y parece que todos y cada uno de los locales de la ciudad tienen terraza, jardín trasero, rooftop en las azoteas... Es el destape absoluto después de muchas (infinitas) semanas de invierno, y de nieve, y de viento, y de más nieve...
Entonces llega el gran día. La mañana en la que el termómetro supera los 5 grados y oficialmente ha llegado la primavera. Y las chicas salen todas en shorts, aunque… hace 12 grados. Aquí se lleva mucho el short, así que basta un rayito para la llegada del destape y las piernas al aire. Pero para mucha gente parece que haga 30 grados, después de demasiados meses con un termómetro qué… mejor ni mirarlo.
Es como la sensación de estar sentado muchas horas, que cuando te levantas quieres ir paseando a todas partes, el rumbo es lo de menos. Eso es primavera y Nueva York. La gente camina 40 calles sin pensarlo, bajan las ventas de tarjetas Metrocard- las del metro- (esto dato no está contrastado pero estaría bien averiguarlo). Y las terrazas se desbordan. Nadie ama más una terraza que un neoyorquino.
Y todo el mundo camina más ligero por la calle,  quizá con diez kilos menos, porque se han dejado en el armario el séquito invernal: plumón, bufanda, gorro, guantes, botas con pelo. Y después de muchos días de sentir el famoso wind chill factor (que es cuando los meteorólogos te dicen, no está mal hace menos 5 grados, eso sí, tengan en cuenta que con el viento la sensación es de -32), la espera ha valido la pena y hay que salir a celebrar.
La primavera creo que es la fiesta más grande que existe en la ciudad. No tiene un día fijo en el calendario, a veces el sol asoma un 10 de marzo, o a veces la tortura puede alargarse al 7 de abril, pero, llegue cuando llegue, todo el mundo está preparado para salir y rendirle un buen homenaje a la patrona de los neoyorquinos… y de los shorts.

4 comments:

  1. mmmm terracitas.... apúntalo en mi guía :)

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  2. Me ha hecho recordar el marzo de hace dos años, nevando por la mañana, viento al mediodía, sol por la tarde, lluvia por la noche. Creo que lo de hasta el 40 de mayo.. debería estar en la legislación de NY :)

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  3. La temporada de plumones y botas..entera..pero lo de dar la bienvenida a la patrona...

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  4. que cierto my friend!!!!! continua escribiendo y expresando tan bien lo que el resto pensamos y no podemos plasmar!!!

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